Alcohol Canalla

Alcohol canalla, maestro en horrores,
que vas con disfraces de bellos colores
y sabores raros y sabores fuertes,
sembrando locuras y sembrando muertes...
Forjador de infamias e intoxicaciones,
fuente de miserias, padre del delito,
sombra de cerebros y de corazones,
¡Se siempre maldito!

Porque en ti se encuentran todos los venenos
y haces criminales a los hombres buenos;
porque en puñetazos cambias los cariños,
y antes de que nazcan dañas a los niños,
por lo que denigras, por lo que encenagas,
por lo que destruyes, por lo que embruteces,
por lo que provocas y por lo que estragas...
¡Maldito mil veces!

Porque unges los labios con mofas e injurias
y enciendes las carnes en sed de lujurias;
porque abres las puertas de los calabozos
y pudres la sangre de viejos y mozos;
porque te devoras los pobres jornales
y cátedra y templos truecas en garito;
porque desarrollas instintos bestiales...
¡Se siempre maldito!

¡Tú engordas con mugre la infame baraja!
¡Tú hacia el fraticidio mueves la navaja!
¡Tú todo lo afeas y todo lo invades
con muecas, con babas, de lo inmundo!
¡Rey de la basura!¡Señor de estupideces!
¡Dios de los tambaleos y transtornos del mundo!
¡Arbol de desgracias!¡Tres mil veces
maldito!

¡Surgid, huracanes! ¡Arrastrad mi grito!
Que todos los hombres repitan: ¡MALDITO!